Tres testimonios de mujeres que estaban en contra del aborto, pero que también abortaron.

No podía ser una madre soltera.

«‘Nunca digas nunca'»… ahora comprendo la fuerza que hay detrás de esas tres palabras pues yo siempre juré que nunca, NUNCA abortaría. Pero hace más de un año terminé una relación porque el supuesto amor de mi vida y que el que creía era el hombre más fiel y amoroso, con el que llevaba cinco años, andaba con otra mujer. A ella y a mí nos embarazó al mismo tiempo y él decidió hacer vida con la otra.

Entonces, yo no podía (por nada del mundo) ser una madre soltera, eso no está bien visto en mi familia ni en el lugar donde vivo (soy de Puebla); incluso, a la iglesia a la que voy hacemos pláticas a favor de salvar las dos vidas. Por eso me costó mucho trabajo decidirme.

Pero cuando me embaracé, no sabía a quién recurrir. Busqué información en Internet. Y pues sí, aborté, me fui muy temprano hacia la Ciudad de México y para la tarde ya estaba de regreso. Me acompañó una prima, que es como mi hermana y juró no decirle nada a nadie.

Cuando llegamos a la clínica nadie me señaló, todas fueron amables y la verdad es que el servicio fue muy rápido, soy mayor de edad, entonces todo fue sencillo. El dichoso novio se casó y hasta me invitó a la boda, el muy descarado.

Él no supo que estaba embarazada, nunca le dije nada. Pues el día que le daría la noticia me dijo que ya no quería seguir conmigo, que se había enamorado y que iba a ser papá. ¿Si sigo pensando que estoy a favor de salvar las dos vidas? Pues depende, yo creo que si la mujer no puede ser madre soltera sí deberían ‘dejarla’ abortar, pero las que tienen marido o novio con compromiso, pues no.

Ana, 20 años

Mi mamá me llevó a la fuerza.

Yo tenía 14 años (ahora tengo 17) y me embaracé a lo wey, porque ya había usado las pastillas y el condón…pero ese día no traíamos condón y como nunca nos había pasado nada, pues mi novio y yo decidimos hacerlo sin protección.

Al otro mes me entero que estoy embarazada, le digo a mi novio y él a su mamá quien a su vez le llamó a mi mamá. Yo quería tener a mi hijo y casarme con mi novio, pues nos amábamos y no creía en los abortos, pero mi mamá me dijo: ¡ESTÁS LOCA! claro que no lo tendrás.

Una tarde me dijo que no iría a la escuela al otro día y me llevó a una clínica donde me explicaron que me harían una interrupción del embarazo. Yo me escondí en el baño y lloraba mucho… como loca, pero tuve que obedecer a mi mamá, ella no le había dicho a nadie, ni siquiera a mi papá.

Me dijo que era muy joven para ser mamá y que debería al menos terminar la prepa, iba apenas en secundaria. En eso tuvo razón y también la tuvo en no dejar que siguiera el embarazo porque al poco tiempo terminé con mi novio, pues él le dijo a sus amigos que yo había abortado a su hijo, me tuvieron que cambiar de escuela (de una religiosa) porque todos me rechazaban, incluyendo las mamás de mis compañeros.

Tomé una terapia y la psicóloga me dijo que muchas mujeres abortan y que hay decisiones que duelen, pero que duele más vivir una vida triste y miserable. Hoy me siento bien y no he tenido relaciones sexuales desde entonces, pues quiero conocer al indicado.

Linda, 17 años

Mi esposo y yo lo decidimos.

Estoy casada desde hace más de 13 años y tengo un hijo especial. Nos embarazamos durante la pandemia y la verdad es que no podíamos tenerlo, pues los gastos con mi hijo son muchos: terapias, pañales, enfermera, medicamentos, hasta tenemos una cama especial donde duerme y lo bañamos entre dos personas, pues ya está muy pesado.

Cuando me enteré del embarazo me dio mucho miedo, miedo de volver a pasar lo mismo que con primer hijo, pues tuvo tres cirugías y muchos padecimientos. La realidad es que ni mi esposo ni yo hemos disfrutado el ser padres y que Dios me perdone por decirlo pero es la verdad. Aunque, sí critico mucho a las madres que abortan, porque si tienen hijos sanos, pues pueden tener más y más y todos fuertes y sanos… Aunque ningún doctor te da la certeza de que tu hijo nacerá bien, así que con mucho dolor decidimos abortar. Ya nos confesamos en nuestra iglesia y el padre nos entendió (después de mucho rezar y apoyar a nuestra iglesia) porque ha visto cómo sufrimos con nuestro hijo especial.

Fui yo sola a la clínica porque alguien se tiene que quedar con muestro hijo, no puede quedarse solo ni cinco minutos a pesar de que ya es un pre adolescente.

Fue doloroso, porque mi esposo y yo soñamos (en algún momento) con tener un hijo sano, pero ¿y si no? De nuestro primer hijo nos dijeron que todo iba bien y al nacer tenía decenas de trastornos y problemas respiratorios, cardíacos, óseos y metabólicos. Es nuestro pequeño milagro que en diciembre cumplirá los 12 años.

No estoy a favor del aborto, pero nosotros sí los necesitábamos

Esperanza, 42 años

En Fundación Marie Stopes entendemos que cada mujer y su historia es única y que cualquiera que sea su motivo para interrumpir un embarazo, aquí las respetamos y acompañamos con empatía.

Cuentas con nosotras.