De no brindar mecanismos de prevención certeros, sobre todo una educación integral en sexualidad que me permitiera identificar a tiempo lo que estaba sucediendo, saber cuáles eran las relaciones sanas para mi edad y saber en base a eso establecer límites;De permitir que se responsabilice exclusivamente a las familias de la educación sexual de sus hijos e hijas, pese a que las cifras reflejan que la mayor cantidad de abusos sexuales infantiles vienen de los propios familiares;De no tener mecanismos de denuncia eficaces que protejan física, psicológica y patrimonialmente a la víctima;De que las instituciones no sean un espacio amigable de laicidad y respeto a los derechos humanos donde la atención vaya más allá de la revictimización, la normalización de la violencia y los discursos pseudo religiosos, patriarcales y cómplices, sobre el perdón, el no aborto y la honra a tus padres a costa de tu propia vida e integridadHoy, escribo esto por todas esas voces que han sido pulverizadas antes de salir de los labios, ¡Nosotras no mentimos! ¡Yo no mentí, papá! En
Marie Stopes las invitamos a hablar, a acercarse a organizaciones feministas que las ayudarán, a educar a sus hermanas, hijas, amigas sobre sus derechos sexuales y reproductivos. ¡No están solas! Con información de
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