Para algunos de nosotros, la aplicación de citas llamada Tinder nos parece una máquina tragamonedas del sexo, un juego para solteros en el que hay demasiadas selfies tomadas en el baño.
Pero para Casey Napolitano, una agente de bienes raíces en Los Ángeles California, Tinder es sinónimo de amor. Napolitano conoció a su marido, John Napolitano, en la aplicación durante su primera y única cita de Tinder. Ella “deslizó a la derecha” una foto de John vestido de esmoquin dando un discurso en una boda. “Me excitó, así de simple”, dijo. Seis meses más tarde compraron una casa juntos y meses después estaban comprometidos. Llevan dos años de casados y tienen una bebé de 14 meses. “Nuestra nena es perfecta”, dijo el orgulloso padre.
La historia de amor de los Napolitano no es una entre mil. Según Jessica Carbino, socióloga de Tinder que analiza cuidadosamente los datos de la aplicación, más gente que nunca se está comprometiendo a tener una relación seria gracias a la aplicación, que cumplirá su quinto aniversario en septiembre.
En un informe que se divulgó recientemente, Tinder realizó dos encuestas en las que comparó a sus usuarios con las personas que no conocen gente por internet. Estos últimos fueron divididos en tres grupos: los que nunca han salido con alguien a quien conocieron por internet, los que han recurrido a las citas por internet en el pasado, pero ya no lo hacen, y los que nunca lo han hecho aunque están abiertos a esa posibilidad.
Según Carbino, los hallazgos indican que es más probable que los usuarios de Tinder estén en busca de una relación seria que los que no recurren a las citas cibernéticas. Las encuestas revelaron que los usuarios de la aplicación son más propensos a demostrar su interés en las posibles parejas al hacerles preguntas cuando los contactan por primera vez; también revelaron que hay un cinco por ciento que tiene más probabilidades de decirle “Te amo” a su pareja durante el primer año de la relación.
Asimismo, la encuesta mostró que, si bien el 30 por ciento de los hombres que no usan aplicaciones ni internet dicen que “comprometerse es un reto”, solo el nueve por ciento de los hombres que usan Tinder dicen que les cuesta trabajo mantener una relación seria. Los resultados fueron muy similares en el caso de las mujeres.
“Cuando uno hace citas por internet, en realidad tiene una idea muy clara de cómo es el mercado”, comentó Carbino. “Uno puede hacerse una idea visual del grupo que tiene en frente, mientras que la gente que no está en línea solo puede hacer especulaciones sobre cómo será ese grupo”.
El informe analizó una encuesta que se aplicó a través de la aplicación a 7,072 usuarios de Tinder, de 18 a 36 años, y una segunda encuesta a 2,502 personas que no usan internet para citas, de 18 a 35 años, que llevó a cabo Morar Consulting.
Aunque fue Tinder quien comisionó las encuestas, Carbino dijo que su intervención como científica social es proveer una visión válida y realista del mundo.
No queda claro si los datos demográficos de los encuestados son similares y representativos, lo que también indica que es necesario hacer más estudios para determinar si las encuestas de Tinder son exactas, según Jennifer Lundquist, socióloga de la Universidad de Massachusetts en Amherst, quien también investiga sobre las citas en línea.
“Uno de los problemas con el grupo de comparación que no hace citas por internet es que, teniendo en cuenta lo normalizado y estigmatizado que se ha convertido conocer a alguien a través de internet en ese grupo de edad, es inusual no participar en las citas en línea”, dijo Lundquist. En consecuencia, explicó, aquellos que no usan internet para salir “tal vez sean un grupo con un sesgo extraño o, en palabras de un sociólogo, una selección negativa”.
Lundquist también cuestionó las motivaciones para la encuesta, señalando la creencia anecdótica entre muchas personas que buscan citas de que la selección de Tinder mediante fotografías hace que sea una aplicación para “encamarse” y no un mecanismo para encontrar parejas a largo plazo. “Parece que Tinder trata de mejorar su imagen con esta investigación”, dijo.
Sin embargo, a pesar de los objetivos de Tinder y de los métodos variables de los investigadores, las conclusiones de los sondeos sobre el deseo de comprometerse de quienes salen con personas que conocieron por internet tal vez no sea infundada. En un informe de 2012, parte de un estudio de los sociólogos Michael Rosenfeld y Reuben J. Thomas que se publicó en American Sociological Review, los investigadores descubrieron que las parejas que se conocen en línea tienen las mismas posibilidades de terminar su relación que una pareja que se conoció por otro medio.
La investigación de Rosenfeld en la Universidad de Stanford concluye que las parejas que se conocen en internet hacen una transición al matrimonio más rápida que aquellas que no se conocieron por ese medio (la población base de parejas que estudió se conoció en 2009, antes del lanzamiento de Tinder; actualmente está recabando datos que incluyen a los usuarios de la aplicación).
Sin embargo, tal vez Carbino, quien explora Tinder todos los días, vea lo que otros no pueden: a seres humanos haciendo su mejor esfuerzo por conectar. Ella es soltera y dice que ha encontrado, y perdido, al amor en Tinder.
No importa como te guste relacionarte a ti, lo que si te recomendamos en Marie Stopes es siempre cuidarte en todas y cada una de las relaciones que tengas, sean serias o no.