El sangrado por un aborto tiene sutiles diferencias del que proviene de tu periodo menstrual. ¿Las conoces?

Uno de los primeros síntomas de la llegada de la regla es “el manchado” de la ropa interior, sin embargo, también es uno de los primeros indicios de un aborto. Además, 1 de cada 5 embarazos terminará en aborto en mujeres que se saben embarazadas antes del primer trimestre, no obstante, otras más abortan antes de que sepan siquiera que estaban embarazadas.

  • ¿Entonces? ¿Cómo saber si es sangrado por un aborto o por tu regla?

En Fundación MSI Marie Stopes nos interesa mucho que tengas conocimiento de tu cuerpo, y eso incluye tu regla, los tipos de abortos, los procedimientos que se utilizan para una interrupción legal del embarazo, los anticonceptivos, tu salud sexual y reproductiva, y las vasectomías.

5 diferencias entre el sangrado por un aborto y la regla:

  1. Las descargas. Antes del sangrado por un aborto, la mujer puede tener una o varias descargas de flujo o líquido (amniótico); este puede ser rosado, rojizo, amarillento o incluso café oscuro. El manchado por tu regla no tiene descargas previas, puedes tener un manchado rojizo o color marrón, pero nunca saldrá líquido o mucosidad.
  2. La cantidad. El sangrado por un aborto (natural o inducido) siempre será mayor al que se presenta durante tu periodo menstrual. Una mujer que tuvo un aborto conservará el sangrado de uno a siete días más, o bien, ocupará más toallas sanitarias. Si normalmente utilizas 10 toallas durante tu periodo, es posible que llegues a ocupar de 3 a 5 más cuando es un aborto.
  3. El dolor. Una mujer con un sangrado por aborto sentirá mayor dolor (en intensidad y duración) frente a los clásicos cólicos del periodo menstrual. Es posible que incluso sientas dolor de cadera y de espalda baja. En ambos casos puedes tomar analgésicos, recomendados por tu médico, para reducir el dolor.
  4. Los coágulos. Cuando se tiene un aborto, los coágulos serán mayores (en tamaño y volumen), puesto que se desprende mayor cantidad del recubrimiento interno del útero (conocido como endometrio). Algunos coágulos pueden ser muy grandes, y van de los dos a los cuatro centímetros.
  5. El olor. Si bien, un número elevado de abortos ocurren por causas inexplicables, otros se presenta debido a diversos tipos de infecciones, que pueden generar un olor diferente en el sangrado. En algunos casos, la fiebre acompaña el sangrado por un aborto debido a que el cuerpo femenino busca eliminar los microorganismos invasores, y por ende, eleva la temperatura. Durante un sangrado por la regla no es común tener fiebre ni un olor distinto.

En algunas mujeres, estas diferencias pueden ser sutiles y casi imperceptibles, sin embargo, en otras marcan una gran diferencia. Ocurren de acuerdo a cada persona, a su tolerancia al dolor y al conocimiento de su propio cuerpo.

¿Abortos sin que te des cuenta?

La mayoría de las mujeres que tienen una vida sexual activa van a tener (al menos) un aborto natural durante el ejercicio de su sexualidad, es decir, sin que se den cuenta. Es importante que sepas que el sangrado por un aborto natural o uno inducido no deja cicatrices ni lesiones en el útero, y tampoco es posible diferenciarlo durante un estudio de ultrasonido.

Los abortos naturales ocurren por diferentes circunstancias, pero en la mayoría de los casos es porque no existían las condiciones para que el embrión siguiera creciendo sano. Es por ello que el propio organismo femenino lo desecha.

Los abortos naturales son comunes.

Semanas de embarazo / Probabilidad de aborto

  • Semana 1-2: 69% de probabilidad.
  • Semana 3-6: 19% de probabilidad.
  • Semana 6-12: 8% de probabilidad.
  • Semanas 12-20: 4% de probabilidad.

Si estás pasando por un aborto espontáneo o requieres acceder a uno, cuentas con nosotras. Ponte en contacto por las siguientes vías:

  • Telefónica 55 5543-0000
  • Whats 5580137482 
  • Agendando tu cita por internet aquí.

Por Guadalupe Camacho, @Lupichick, periodista y académica mexicana 

Fuentes: Asociación Americana de Ginecología/ Miscarriage Association/ Dr. Jesús Luján Irastorza