Últimamente se ha hablado mucho sobre responsabilidad afectiva, especialmente en medios de comunicación y redes sociales, por ello es importante aclarar qué es y de qué se trata.

Se entiende como responsabilidad afectiva el “hacerse cargo” de los afectos en los que se involucran otras personas, esto quiere decir que es importante tener consensos, cuidados y diálogos sobre las emociones, sentimientos, acuerdos y necesidades que surgen dentro de una relación, no necesariamente de pareja, pero sí de cualquier naturaleza en la que se involucren diferentes personas.

Relacionarnos con responsabilidad afectiva, nos permitirá entablar y mantener relaciones saludables, a partir de la honestidad con uno mismo y con los demás.

Responsabilidad afectiva en una relación de pareja implica evitar las ambigüedades al comunicarnos, o dar por hecho cosas que no se “pusieron sobre la mesa”. 

Es de suma importancia no herir a las personas involucradas y dejar claro desde un principio si se desea tener una relación monógama, o una abierta para llegar a acuerdos que se respetarán.

Actualmente, se han puesto de moda términos y acciones que llaman la atención, especialmente porque son el ejemplo perfecto de cómo funciona  una relación con poca o nula responsabilidad afectiva y generalmente las personas que las viven suelen sentirse heridas dentro de estas dinámicas:

  • Ghosting.
  • Love bombing.
  • Cushioning.

¿Cuál es el impacto en la salud la NO responsabilidad afectiva?

Cuando no hay responsabilidad afectiva nos deshumanizamos, reprimimos nuestras emociones, no hay respeto ni empatía por la otra persona (pareja, familiar o amigue), no reconocemos el impacto de nuestras acciones sobre los otros.

Sin responsabilidad afectiva tu salud mental se ve afectada. Por ejemplo:

  • Usan el alejamiento como chantaje: “puedo irme y volver cuando yo quiera porque nadie es dueño de nadie”.
  • No te valoran ni respetan tus sentimientos: “no me interesa escuchar tus problemas para eso tienes a tus amigues”.
  • Evitan establecer términos en conjunto: “No pienso decirte que salgo con otras personas, pero te voy a tratar como si fueras la única”.
  • No reconocen sus acciones: “la mamá es culpable de lo que les pasa a los hijos”.

Una de las prácticas que se ha ido manejando en la actualidad es el Ghosting derivado de Ghost (del inglés fantasma) es cuando alguien decide desaparecer en una relación sin darle una explicación, bloqueando de todas las redes sociales; las consecuencias son graves en la autoestima de la persona que lo recibe.

En términos generales:

La responsabilidad afectiva es:

  • Hablar con tu red de vínculos sexuales sobre las ITS, los métodos de barrera y las pruebas de ITS a realizarse previas a iniciar la relación.
  • Conocer, hablar y tomar acción sobre tu maternidad/paternidad. Si en este momento no desean hijos, establecer el anticonceptivo de largo plazo a usar más el condón.
  • Ser honestos y directos con todas las personas con las que creamos un vínculo emocional.

Para aprender a humanizar nuestros sentimientos y fortalecer nuestra responsabilidad afectiva es importante tener una educación sexual integral para la construcción de dichos conocimientos.