Tener un aborto espontáneo es común y las mujeres lo sabemos, puesto que nuestro cuerpo nos da algunas señales de que hemos tenido una pérdida temprana y entre los síntomas están:
- Sangrado antes del periodo menstrual
- Periodo menstrual que dura uno o dos días más de lo que siempre se tiene. Por ejemplo, si siempre reglas 5 días, cuando tienes un aborto espontáneo reglarás más, mucho más.
- Dolor abdominal
- Presencia de cólicos muy fuertes
- Desechar coágulos vía vaginal
- Dolor de cabeza y cansancio
¿Por qué hay abortos espontáneos?
Las causas son muchas y tienen relación con problemas genéticos o cromosómicos de la madre, del padre o del embrión; trastornos de la sangre, anemia y malnutrición de la mujer, problemas en la implantación en el útero, embarazos molares, infecciones en el embarazo, cuando el cuello de la matriz se abre, porque hay trastornos anatómicos tanto en la madre como en el embrión, porque hay incompatibilidad entre la mujer y el embrión y decenas de decenas de razones más.
Lo que no causa un aborto espontáneo es: el ejercicio, la actividad sexual, el trabajo o la ingesta de medicamentos, como los anticonceptivos.
Ocho de cada diez abortos se presentan en los primeros tres meses de embarazo (de allí que muchos ginecólogos sugieran a la mujer no mencionar nada de su embarazo hasta pasado ese tiempo).
Y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cada año millones de mujeres tienen un aborto espontáneo integrada por el conteo de:
- Abortos espontáneos tempranos (menos de 12 semanas de gestación).
- Abortos espontáneos tardíos (entre 12 y 24 semanas de gestación).
- Muertes prenatales (embarazo malogrado a las 24 o más semanas de gestación).
¿Tú has tenido un aborto espontáneo?
Si tienes vida sexual activa es posible que sí hayas tenido un aborto espontáneo. “Hay mujeres que nunca notan que tuvieron una pérdida, pero hay otras que con recurrencia pierden sus embarazos; para ellas es necesario hacer una serie de estudios para conocer las causas”, explica el médico de la reproducción Jesús Luján Irastorza.
¿Está mal perder un embarazo? No, en ocasiones es tu cuerpo el que decide que ese embrión o feto no es compatible con la vida porque no tiene lo que requiere para sobrevivir los siguientes días o meses.
La genética es clave.
«Cuando aborté por segunda ocasión, mi ginecólogo me pidió realizarme diversos estudios genéticos y salió que entre mi esposo y yo no podíamos tener hijos sanos, puesto que eramos incompatibles. Tras mucho dolor, reclamos y divorcio, conocí a otro hombre con quien sí pude tener hijos.»
Mary, 37 años
No pega, ni pegará.
«Tengo una hija de 15 años y desde entonces no he logrado que mis embarazos lleguen a término. He tenido más de tres abortos espontáneos y los médicos no saben las causas, así que yo ya me di por vencida de darle un hermanito a mi hija. Tal parece que mi cuerpo se resistió a embarazarse nuevamente.»
Moni, 41 años
Mi novio me dejó.
«Tenía una relación de dos años con un chico, y un día ¡pum! que me embarazo, todo iba bien hasta que comencé a sentirme mal, me dolió mucho la cabeza y me dieron unos cólicos marca diablo. Al poco tiempo supe que había perdido a mi bebé, pero a los pocos meses mi novio amado también se fue porque dice que no sirvo como mujer.»
Elia, 25 años
Me aferré a un embarazo.
«Siempre soñé con ser madre pero nunca me embaracé de forma natural. Luego de 5 años logré juntar el dinero para tener un proceso de fertilización y aunque me habían dicho mil médicos que yo no podía ser madre, uno lo logró. Me embaracé, tuve una gestación complicada y mi hijo nació a los 7 meses con muchos problemas que hoy a sus 5 años sigo padeciendo. Creo que me aferré a ser madre cuando mi cuerpo no era propicio para ello. Mi hijo tiene problemas incurables que nunca podré solucionar y en lugar de darle una vida digna todos los días lo veo sufrir, me arrepiento mucho.»
Laura, 46 años
Por Guadalupe Camacho, @Lupichick, periodista y académica mexicana