las sábanas de látex y también estar muy al pendiente de tu vulva y vagina al realizarte el papanicolaou y pruebas de ITS con regularidad. Está cubierto por un pequeño capuchón similar al prepucio del pene. El clítoris necesita de este pedazo extra de piel porque es sumamente sensible y cualquier roce directo podría llegar a ser doloroso. Esta parte apenas es la punta de lo que realmente es el este órgano con más de 8 mil terminaciones nerviosas. El resto se extiende hasta 10 centímetros hacia dentro del cuerpo de la mujer. Es similar al pene. Ambos órganos están hechos del mismo tejido porque cuando el feto aún se está formando tiene una especie de clítoris el cual se extiende hacia fuera o hacia adentro dependiendo de los cromosomas que desarrolla. Como está hecho del mismo tejido también se pone duro y erecto cuando la mujer está excitada. La ‘única’ diferencia entre el pene y el clítoris es que el pene sí cumple otras funciones, como la de orinar y eyacular, pero el clítoris solo existe para dar placer. Así que a ponerle más atención. Este pequeño órgano es tan súper-poderoso que puede producir orgasmos más largos que los de los hombres. Un buen orgasmo para un hombre puede durar entre 7 y 10 segundos mientras que el clítoris puede lograr un orgasmo de 15 a 20 segundos. Además, una mujer puede tener varios orgasmos seguidos que al final se puede sentir como un gran orgasmo que dura minutos. El pene solito no es suficiente para estimular al clítoris y a la vagina, por lo que a la hora de ponerse íntimos con tu pareja es necesario ponerse creativos y estimular varias partes del cuerpo con los dedos, la lengua o lo que se te ocurra. Meter y sacar pierde el examen de creatividad. No es tan complicado. Un poco de estimulación alrededor con un poco de presión y movimientos circulares usualmente logra darle mucho placer a una mujer. Lo maravilloso es que a diferencia de varias partes del cuerpo, el clítoris no envejece y con el tiempo no cede ante la gravedad. Es decir: el placer que nos puede dar es infinito. Lo podemos sentir a cualquier edad, desde que nacemos hasta que morimos. Esta realidad anatómica prueba que nosotras no estamos hechas solo para la reproducción o que no podemos tener sexo solo por placer. Nosotras, a diferencia de los hombres, tenemos en nuestro cuerpo un órgano específico para el placer, solas o acompañadas. ¿Vamos a celebrarlo? Con información de Nómada]]>