abortó un día antes de partir hacia los Juegos Olímpicos de Pekín, donde fue bronce en 400 y oro en 4×400. La exatleta Sanya Richards ha desatado la polémica tras la salida a la venta de su biografía ‘Chasing Grace’ este martes. La velocista, cuatro veces oro olímpico en 400 y 4×400, confiesa en sus memorias que abortó un día antes de partir a los Juegos Olímpicos de Pekín. En una entrevista concedida a Sports Illustrated, la atleta se mostró más rotunda sobre su caso. «No conozco a una sola atleta que no haya tenido un aborto«.

Richards, casada con el jugador de la NFL Aaron Ross desde 2010, confesó cómo tomó la decisión. «Pensé en tomar la píldora, pero había visto como muchas compañeras luchaban contra su peso líquido y cambios en su cuerpo y tuve miedo de los efectos secundarios que podría tener en mi velocidad y rendimiento. Quería hacer lo correcto y protegerme de un embarazo no deseado, pero desconocía todas las opciones de un nacimiento controlado y me avergonzaba hablarlo con mi madre o entrenadores». Richards-Ross descubrió que estaba embarazada un mes antes de los Juegos de Pekín y, mientras Ross se encontraba en una concentración con los Giants, ella decidió acudir al hospital para abortar horas antes de volar a Pekín. La atleta también lamentó que su caso no es único dentro del atletismo. «Muchas de las mujeres que conozco en mi deporte han tenido al menos un aborto. Priorizar los objetivos deportivos sobre el regalo de la vida era casi una norma». «No conozco a una sola atleta que no haya tenido un aborto”. Llegan los embarazos, “pero seguimos compitiendo, y el aborto acaba llegando. Ha sucedido y seguramente sigue pasando. Es algo de lo que todo el mundo se avergüenza y nadie habla, Pero sigue pasando porque las chicas no disponen de la información adecuada”. Richards-Ross se retiró en 2016 tras no lograr clasificarse para los Juegos de Río y, nueve años después de aquel episodio que marcó su vida, espera su primer hijo. Con información de Más Deporte[:]]]>