“Mi esposo nunca me pegó”, “nunca me dijo una mala palabra”, “nunca me engañó”, le cuenta una mujer de unos 70 años de edad a otra muy jovencita, en una sala de espera. “¿De verdad que nunca le pegó?”, le pregunta la joven a la señora mayor quien responde: “no, me ‘tocó’ un buen marido”.
¿”Un buen marido”? ¿Qué significa un buen marido? Para la mujer adulta mayor un buen marido es aquel que no la violenta, que no la agrede con golpes, insultos o infidelidades. Sin embargo, eso no es ser un buen marido, eso es ser un humano (sin importar si eres hombre, mujer, marido, esposa, madre, padre, abuelo o hijo).
Es decir, los seres humanos (sin importar su género, condición social, familiar o económica) son aquellas personas que no agreden ni lastiman, que no van por la vida comportándose de forma idiota, sino son seres éticos, correctos y morales.
“Uy, además mi marido nunca me dejó trabajar, siempre me dio todo lo que quise: ropa, viajes, una casa linda”, narraba la señora, lo decía cada vez más fuerte (yo quiero creer que la señora lo decía fuerte porque ya no oída bien, y las personas sordas hablan con un tono de voz más levado, fuerte; y no porque anduviera presumiendo, porque además no hay nada de qué presumir).
¡Un “buen marido”! ¿qué término es ese? recordemos que antes de ser marido, el hombre es hombre y debemos educarlo en un entorno de respeto por el otro (sin importar si ese otro es hombre o mujer). Entonces, un buen hombre será por consiguiente un buen marido, un buen padre, un buen trabajador, un buen amigo, un buen vecino, un buen hermano, un buen hijo…un buen ser humano.
Y cuando eres un buen ser humano no te andas madreando a tu esposa ni a tus hijos, tampoco andas bebiéndote la quincena con tus amistades, mucho menos robas, hieres, matas o corrompes.
Por otro lado, “una buena mujer” no es aquella que no sale de su casa, ni que tiene la ropa pulcra, la comida perfecta y a los niños inmaculados…. ¡Rompamos estereotipos!
Chicas, vivamos nuestras vidas con respeto, amor y autocuidado, persiguiendo nuestros sueños, y no solo esperando encontrar «un buen marido».
Con información de Guadalupe Camacho, periodista y académica mexicana.]]>