Marie Stopes. Arturo Loredo Abdalá es uno de los pocos doctores mexicanos que atiende, investiga y previene el maltrato infantil en la República mexicana. Su más reciente publicación “Maltrato infantil y adolescente”, publicado en 2013, editorial RM Verlag, hace una compilación de algunos de los casos que atiende en el Instituto Nacional de Pediatría. Las cifras son terribles: 8 de cada 10 niños son violentados, lastimados, vejados y humillados en sus propios hogares. Muchos de estos niños no son deseados, nunca lo fueron o bien fueron concebidos tras una violación sexual. Madres, padres, padrastros y madrastras, así como abuelos y hermanos mayores son los que lastiman a estos niños todos los días, pero no crean que son nalgadas o coscorrones lo que sufren. Son multifracturas de huesos, quemaduras de tercer grado, ceguera, perforaciones intestinales, muerte…después de leer este libro de Loredo Abdalá nadie que tenga juicio, moral y sentido común podría dormir. Sin embargo, la violencia infantil en México no puede ocultarse, no debe ocultarse. El experto me ha dicho que no todos los niños indeseados son lastimados, pero una gran mayoría sí. No obstante, el síndrome del niño maltratado (SNM) es un problema mundial de salud pública que afecta por igual a familias con recursos económicos y sin ellos. En México este problema se ha atendido desde 1984 la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado del Instituto Nacional de Pediatría (CAINM-INP-UNAM), pero son pocos los médicos que se especializan en la atención de los infantes. “Especializarse en la atención de la violencia infantil no deja glamour ni recursos económicos por eso no es atractivo para los jóvenes médicos estudiantes, frente otras especialidades médicas tal es el caso de los cirujanos estéticos o los cardiólogos, es por ello que son muy pocos los médicos que se atreven a atender a estos pequeños”, lamenta el experto Loredo Abdalá. Además de los niños no deseados, que fueron concebidos sin desearlos ni amarlos, el segundo grupo de niños más maltratados en México son aquellos que tienen condiciones especiales de salud y que no mejorarán a pesar de las atenciones y cuidados de la familia y de los médicos. Son problemas crónicos y que no presentarán mejoría alguna, van desde síndromes, incapacidades físicas y mentales, condiciones que pueden generar fatiga en los cuidadores así como cansancio extremo e incluso disolución de los hogares y del matrimonio. “El amor suele irse cuando las parejas se reprochan la condición del hijo”, dice Loredo Abdalá. Otro tema que el doctor Loredo Abdalá lamenta es que el personaje que más abusa de los infantes en México es el padrastro. Se comprende que la mujer busque su felicidad con una pareja, pero son muy pocos los hombres en México que aceptan como propios a hijos de otros. Basta con ver las noticias en las que el padrastro del niño o la niña abusó sexualmente de ellos, o los golpeó hasta asesinarlos. En conclusión el síndrome del maltrato infantil es uno de los problemas de salud en México que no tiene políticas públicas claras, tampoco un presupuesto para la atención y la rehabilitación de los agresores. Al final, son los niños son los que sufren, y la sociedad mexicana la que pierde. Por ello, la maternidad no es un juego, un chiste o un “pues ya qué nos queda”, es una responsabilidad muy grande que no todos tienen la capacidad física y mental de llevar a cabo. Por Guadalupe Camacho, académica y periodista mexicana[:]]]>