Cuando tienes sexo con una persona, importa el deseo no el amor. Por eso mujeres y hombres dicen amar a su pareja (esposo/a, padre, madre, hijos o novio/a) pero sentir deseo erótico-sexual y ganas de estar en los brazos y las piernas de otra persona.

Así que puedes tener sexo sin amor, y vivir una relación amorosa sin sexo. En algunos casos también amas a una persona y la deseas al mismo tiempo. Otras veces tu pareja se convierte en tu mejor amigo/a y encuentras el deseo sexual en otra. El amor y el sexo no son iguales, no vienen juntos-con-pegado.

Sin embargo, en México y en la mayoría de los países latinos se cree que son iguales. Entonces, los hombres (no todos pero la mayoría) presionan a su pareja: “si me amas debes demostrármelo”, “te amo bebé, abre las piernas”, “siempre te voy a amar y cuidar así que dame tu virginidad”, “vamos a la cama amor de mis amores”.

Tú puedes querer y amar a una persona, pero no desearla: no te imaginas verla desnuda sobre de ti, o besarle la entrepierna, el sexo y hacerla venir con un orgasmo fantástico. El amor y el sexo pueden ser compañeros, pero sobreviven el uno sin el otro.

Por eso es muy importante que no confundas estar enamorada/o de alguien y sentir “ganas” de alguien, por ello es fundamental que no te embaraces ni embaraces a ese alguien porque solo sientes deseo, especialmente si eres una persona joven, que desea tener en la cama a más de una pareja (al mismo tiempo o en momentos distintos).

El amor, en cambio, se vive de otra manera. Cuando eres niño te puede gustar tu compañero de clase, tu maestra, de tu vecina. El amor es la alegría de convivir con una persona, de hacer planes y disfrutar la vida juntos. El amor puedes sentirlo por amigos, por tu familia, por tu trabajo.

Para que tengas una vida sexual plena utiliza un anticonceptivo, protégete con un condón frente a las enfermedades sexuales. Te recomiendo tener varias parejas sexuales para saber con cuál de ellas te sientes mejor, pero no te permitas llegar al embarazo.

Yo amo a mis amigas, a veces se los digo: te amo carnala, y ellas saben que eso no significa que me las quiero llevar a la cama. Amo a mi hijo Liam, amo a esposo, amo a mis padres y hermanas.

Sin embargo, algunos aprovechan el amor del otro para abusar de ellos. “Hija te amo y todos los papis le hacen lo mismo a sus hijas”, dijo una niña que comenzó a ser abusada sexualmente por su papá desde los seis años hasta los doce.

Hay que educar en torno al sexo, al amor, al deseo, al enamoramiento, a la sexualidad porque muchos abusan de las confusiones que se presentan para violentar a niños, niñas, mujeres, adolescentes, abuelas, y a cualquiera que viva en la ignorancia.

Por Guadalupe Camacho, periodista y académica mexicana

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