Cuatro sexólogos analizan cómo estamos viviendo las relaciones sexuales durante el encierro y advierten de que el sexo es un aspecto más de nuestra salud que hay que cuidar. El sexo nos ayuda a mejorar nuestras defensas y qué mejor que unas buenas defensas para combatir al coronavirus.

El sexo es uno de esos ingredientes que muchas veces se infravalora cuando se habla de la salud integral de las personas. Y la prohibición de acercarnos, abrazarnos, besarnos o simplemente tocarnos durante este encierro por el coronavirus podría provocar que lo dejemos en segundo plano, o que lo hagamos casi desaparecer del cuadro.

Sin embargo, los sexólogos advierten que hay que cuidar este aspecto mientras dure el confinamiento pero también cuando pase para que muchas parejas no se queden encalladas por lo vivido durante estas semanas.

Los cuatro sexólogos advierten de que conforme pase el tiempo será más fácil que llegue el hastío y esta situación no va a significar un baby boom como si fuera un apagón o una celebración de la Champions: «Estamos con una emergencia sanitaria en la que nos han puesto distancia social que lleva también a una distancia sexual«, aclara la especialista en Sexología, Ana Lillo.

Y es difícil escapar al miedo, esa palabra que nos persigue en estos días en cualquiera de nuestros movimientos: «El miedo se vivirá de un modo distinto en función de la percepción de riesgo de la propia persona. Aquellas personas que tengan una percepción de riesgo baja acerca del contagio, probablemente no sientan ese miedo con las relaciones y darán «vuelo a la hilacha», aquí se tienen que proteger de un embarazo no deseado con un anticonceptivo de largo plazo»

«No podemos olvidar el sexo a solas. Uno a veces cree que porque vive en pareja tiene que dejar de hacerlo y en absoluto. Es una práctica sexual que ahora cobra una importancia excepcional porque es una vía sin ningún tipo de riesgo, no tiene efectos secundarios y nos podemos apoyar en ella para aumentar mucho el erotismo de la pareja», aclara Larrazábal.

Eso sí, el doctor Galván Florez asegura que, por lo que ha llegado hasta ahora a su consulta, «el encierro está facilitando las relaciones, sobre todo en las personas que tienen hijos y una agenda muy ocupada de forma habitual y que ahora disponen de más tiempo porque no tienen que desplazarse» Ojo aquí, se recomienda el uso de un anticonceptivo de largo plazo si no se quieren más hijos.

«Si el confinamiento se alarga y el estrés puede acabar pagándose con la pareja porque vayan apareciendo conflictos y el deseo sexual va a disminuir. También porque puedan aparecer síntomas depresivos que son muy diferentes a la ansiedad y ahí sí que disminuye también». La respuesta sexual se ve afectada y pueden aparecer trastornos como eyaculación precoz o dolor en la relación. El miedo es el antítesis de una buena relación sexual», advierte.

Las bondades del sexo.

Los cuatro expertos saben que en estos tiempos «la sexualidad y la intimidad va a estar afectada por todo», al igual que nuestras vidas en general, pero insisten en destacar las bondades del sexo y la necesidad de buscar recetas alternativas: «La satisfacción sexual es parte de la salud integral de los seres humanos. Este momento va a ser transitorio y el hecho de que no podamos, a lo mejor, mantener una intimidad profunda con nuestra pareja no significa que no podamos tener juego erótico que es también expresar amor, cariño, cuidados… un montón de conductas que no tienen nada que ver con la genitalidad y que son importantes», enumera Miren Larrazábal.

Lo ideal es que «cada pareja haga una reflexión y acuerde qué quiere hacer porque el sexo, cuando es consentido y disfrutado, vincula mucho y ayuda mucho a tener una relación sana y placentera«, añade Lillo.

Lo de procurar que el sexo sea una parte de nuestras rutinas no va dirigido sólo a las parejas sino a cualquier persona que quiera practicarlo también de forma individual:

«Es buenísimo contra el estrés, nos acerca, nos vincula, nos da placer. Es muy recomendable practicarlo ya sea en pareja o solo». (Ana Lillo).

«El sexo ayuda a desconectar, a no estar pensando en el problema actual. Es fisiológicamente muy saludable porque permite reducir las sustancias que se producen durante los procesos de estrés, y de alguna forma mejora la convivencia». (Héctor Galván Flórez)

«El sexo no es sólo genitalidad y ahora a lo mejor se puede poner en marcha todo ese erotismo y autoerotismo que lo rodea. También es juego erótico hablar con tu pareja». (Miren Larrazábal) 

Juguetes eróticos.

«El boom de los juguetes va a ayudar. Ahora hay más tiempo para ello y además la ansiedad derivada del confinamiento puede conducir a que haya más deseo sexual para los que viven solos, bien porque sea un deseo primario que aparece de forma espontánea o bien como un método de relajación para reducir esa ansiedad», asegura el doctor Galván.

Con información de El Español