El condón femenino, o interno, no necesita de “la buena voluntad del hombre”, porque es la mujer la que decide colocárselo a sí misma. Es ella la que lo mete dentro de su vagina y claro que no se lo va a sacar a mitad del acto sexual porque “no siente nada”, porque “le aprieta”, porque “le arde”, porque “yo te quiero mucho y confío en ti”, porque “no hay necesidad si yo me baño todos los días”, porque “esto es amor y estaremos juntos para siempre”, porque “de seguro andas de puta”…. Así se las gastan los hombres y sus clásicas excusas frente al uso del condón masculino, o externo.

El condón femenino está fabricado para el uso femenino, por eso no tienes que rogar, suplicar, llorar o ceder porque él se niega a colocarse el condón. Este método anticonceptivo femenino te cuida de infecciones de transmisión sexual curables (como la gonorrea) o incurables (como el VIH). Este método de barrera también te protege de un embarazo no deseado.  ¿Sabías que el condón femenino es el único anticonceptivo que tiene esa dualidad y que no necesita de la intervención masculina?

El condón femenino es cada vez más común y su precio también es mucho más accesible, va de los 50 pesos por pieza a los 350 por 8 piezas (en cajas que venden por internet). Existen diversas marcas y su tamaño es único, consta de dos aros muy flexibles (o anillos), uno va dentro del cuerpo femenino y otro se queda por fuera (protegiendo los labios mayores y menores) para que el método tenga más estabilidad y control.

Pasos para un uso exitoso:

1. Antes de usarlo con tu pareja, abre uno y familiarízate con él, ten a la mano lubricante sexual a base de agua (hay de sabores, elige el que más te guste) y mastúrbate con el condón puesto para que sepas cómo reacciona tu cuerpo.

2. El condón femenino tiene lubricante pero siempre deberás tener un poco extra, por eso es fundamental que te coloques un poco antes de meter el condón, también debes colocar dentro del preservativo el lubricante, para que el pene de tu chico, tus juguetes sexuales, dedos o mano puedan ir  (lo que tu elijas) y venir libremente.

3. El condón femenino está hecho con poliuretano, así que juguetear antes con él es un buen inicio para calentar el ambiente. También puedes recibir sexo oral (coloca una parte del condón femenino sobre tu clítoris).

4. Cuando estés lista pídele a tu pareja que te penetre, el condón hará un poco de ruido, pero eso es normal. Tu pareja también lo sentirá, pero no se siente agresivo ni para tu cuerpo, tampoco para el de él.

5. El condón femenino se expandirá dentro de tu vagina, tomará su forma, y cuando tu pareja eyacule, no habrá fugas, puesto que el aro que tu tienes por fuera, evitará que se deslice por completo hacia adentro.

6. Cuando ya quieras sacarlo, sostén entre tus dedos el aro —que está por fuera de tu cuerpo— y apriétalo. Saca el condón de tu cuerpo y listo.

7. Tira el condón al bote de la basura, no lo eches al WC porque es posible que se tape.

8. Ni el condón femenino, ni el masculino se lavan para un segundo o tercer uso. Se utilizan sólo una vez y cada que te vayan a penetrar, usa uno nuevo.

9. Este condón no necesita de la erección del varón, así que tu chico puede “aguantar” más si así lo desea.

10. El condón es fácil de usar, no huele mal, ni genera ardor o irritación. ¡Pruébalo!

Por Guadalupe Camacho, @Lupichick, periodista y académica mexicana