La sífilis, la gonorrea y la clamidia son las infecciones de transmisión sexual más comunes que tienen un origen bacteriano. Es decir, no son virus (como el VIH o VPH) tampoco hongos ni parásitos los que te enferman sino microorganismos que tienen diversas formas: esferas, filamentos, hélices y barras.
Las bacterias no son cualquier cosa, son microorganismos que si no son tratados en tiempo y forma pueden volverse prácticamente invencibles y generar lo que los médicos llaman: resistencia bacteriana.
Millones son diagnosticados, otros millones ni saben.
Cada año se diagnostican, en todo el mundo, más de cinco millones de nuevos casos de T. pallidum, bacteria que genera la sífilis, pero hay grupos vulnerables (que viven en pobreza extrema o que no tienen servicios de salud) que no son diagnosticados ni atendidos a tiempo.
Así, un número importante de personas no sabe que tiene una o dos bacterias lesionando sus genitales, tanto por dentro como por fuera, puesto que las señales que infección bacteriana no son muy claras.
En algunos casos se presentan problemas para orinar, comezón, ardor y lesiones en la piel (llamadas úlceras) que pueden verse a simple vista cuando tus genitales manifiestan un daño bacterial.
Por ello, es necesario que cada seis meses tengas una revisión ginecológica (más allá del Papanicolaou) para precisar que no hayas adquirido alguna, especialmente si tienes comezón o malestar al orinar o al tener relaciones sexuales.
Alerta por la resistencia bacteriana.
De acuerdo al libro “100 preguntas clave en la resistencia a antibióticos” que tiene como editor a José Sifuentes Osornio (México 2019, Permanyer) las enfermedades de trasmisión sexual bacterianas son de los padecimientos con mayor resistencia bacteriana puesto que los afectados no son diagnosticados a tiempo, y los que sí, no terminan su tratamiento correctamente.
Es común que no se completen las dosis de antibióticos y en cuanto la persona se siente bien, deja de tomar el fármaco, lo que vuelve resistente a la bacteria. Incluso, 20% de los pacientes que alguna vez fueron diagnosticados con sífilis, la vuelven a presentar en menos de dos años.
Además, algunas personas piensan que los antibióticos también son adecuados para los virus y los parásitos, por lo que suelen tomar este tipo de medicamentos ante cualquier incomodidad o síntoma genital, gripal o estomacal. Pero la realidad es que los antibióticos solo están recomendados para enfermedades bacterianas y si tomas antibióticos al menor síntoma, tú mismo estás haciendo resistente a las bacterias.
En México suben las infecciones de transmisión sexual por bacterias.
En México se ha observado, desde 2010, un incremento de sífilis. Las cifras indican que hay de 0.67 casos por cada 100 mil habitantes y los más afectados son hombres de entre 20 y 44 años de edad, de acuerdo a una investigación titulada Análisis de la Sífilis en México durante el periodo 2003 a 2013, del Instituto Nacional de Salud Pública.
Aguascalientes encabeza la lista de afectados, le siguen Ciudad de México, Durango, Estado de México, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Yucatán y Zacatecas.
Y se ha descubierto que la cepa de T. pallidum o sífilis está cada vez más resistente en estas regiones del país.
Así como la sífilis también se han presentado incremento en la gonorrea y la clamidia, por eso es importante que prevengas el contagio.
El preservativo femenino y masculino, la clave.
La única forma de evitar adquirir una infección de trasmisión sexual es evitar el contacto con las bacterias y para que esto ocurra necesitas proteger tus genitales con un preservativo.
Los hay masculinos y femeninos, con su látex forman una barrera protectora que impide que las bacterias entren en contacto con tu piel. Además, recuerda que a las bacterias “les gusta vivir y multiplicarse” en un territorio húmedo, oscuro y tranquilo, y la vagina tiene todos esos requisitos.
Por eso, a las mujeres les va peor cuando no se tratan una infección bacteriana, así que saca cita en Marie Stopes, aquí hacemos pruebas rápidas de infecciones de trasmisión sexual y en menos de 30 minutos sabrás si estás o no con una bacteria circulando en tu sangre. La mejor prueba de amor, es entregarle a tu pareja tus pruebas de ITS con resultados negativos.
Por Guadalupe Camacho, @Lupichick, periodista y académica mexicana