Hace un año, aproximadamente, tenía 23 años edad, trabajaba todos los días desde las 9 de la mañana hasta que se acabara el trabajo. En ocasiones era hasta la madrugada o inclusive trabajaba por dos días seguidos sin ir a dormir, lo que provocó que tuviera un mal conteo de mi ciclo.
En esas fechas conocí a un chico lindo en el trabajo, comíamos juntos, salíamos del trabajo juntos y nos enamoramos; en realidad no teníamos mucho tiempo saliendo cuando tuvimos relaciones, siempre nos cuidábamos, con excepción de un día y al llevar mal el conteo de mi ciclo me confié.
Al día siguiente realicé bien mis cuentas y tomé una pastilla del día siguiente, la cual no funciono. Mi novio estuvo al tanto de todo el proceso desde la pastilla, hasta el test y prueba de embarazo.
Cuando supimos que estaba embarazada, no sabía qué hacer. No quería ser mamá y tampoco quería enfrentar a los señalamientos de mi familia. Acababa de graduarme de la universidad, el trabajo que tenía era temporal y no había mucho que ofrecer por ahora. Mi novio me brindó apoyo siempre, me dijo que si quería continuar el embarazo él iba a hacerse responsable en todo, aunque no estuviéramos juntos después, ya que no llevábamos mucho tiempo conociéndonos y no sabíamos aun si esa relación iba a durar más tiempo, pero también me dijo que yo tenía el derecho de elegir y si entre mis opciones estaba el interrumpir el embarazo, él también me iba a apoyar.
Y así fue, investigamos y llegamos a Marie Stopes, optamos por el servicio Plus, que consiste en un procedimiento por aspiración manual con sedación. Somos de Puebla y no podíamos regresar nuevamente a la Ciudad de México a un chequeo, así que esa opción fue la mejor para los dos.
Pude estar acompañada en casi todo momento por mi novio, en un espacio privado; la asesoría, el chequeo y el procedimiento fueron muy buenos y en todo momento me hicieron sentir segura. Al salir del procedimiento y despertar de la anestesia lloré, me costó un poco asimilar lo que había pasado, también porque fue irresponsable de nuestra parte no cuidarnos; por eso es muy importante que cuenten con la ayuda moral de alguien; afortunadamente yo tenía a mi novio, él me abrazo y cuidó, luego llamo por teléfono a mis amigas, las cuales me dieron muchos ánimos.
Salimos de la clínica y como a la media hora me empezaron a dar cólicos un poco fuertes, sin embargo en la clínica me recetaron un medicamento con el que el dolor se me quitó de inmediato. Casi no sangré, solo durante un día de manera normal, como en un día de regla, para los siguientes días apenas y manchaba la toalla.
Ahora que pienso en ello me doy cuenta que fue una buena decisión, mi novio y yo seguimos juntos desde entonces, nos queremos mucho, hemos crecido profesionalmente y aprendimos a ser más responsables; tenemos planes de casarnos el siguiente año y posteriormente formar una familia.
Me da mucho gusto que ahora puedo ofrecerle a mis futuros hijos una mejor calidad de vida, una familia estable y todo lo que un niño requiere.
Anónimo.
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