Cada que leo, escucho, o analizo posturas en torno al aborto, la mayoría de aquellos que lo rechazan dicen que sólo estarían de acuerdo con la interrupción del embarazo si fuera causa de una violación. ¿Por qué? ¿Por qué tendrían que nacer niños no deseados que van a vivir en la pobreza emocional y económica?

Cuántos casos no se leen en periódicos y sitios web de niños que fueron objeto de los más terribles abusos físicos, mentales y psicológicos por parte de sus propios padres, madres y otros familiares. ¿Saben por qué son abusados y ultrajados por sus padres y otros familiares? Porque no los aman, porque no los desearon, porque no son bienvenidos en sus vidas.

Los hijos no deseados sufren, y mucho, especialmente cuando se los hacen saber:

“Mi mamá me dijo muchas veces que iba a abortarme pero que se le pasó el tiempo y ya no pudo, ella nunca me quiso siempre me hacía sentir tonta, nunca fue conmigo a ningún festival de la escuela, jamás me acompañó a recoger algún premio por ser alumna destacada. Todo el tiempo hacía menos mis logros. Ahora que soy madre me doy cuenta que toda mi infancia y adolescencia e incluso en la madurez, me trató como una basura”.

Carmen, 49 años

El amor de madre (y de padre) no surge por generación espontánea, no por estar embarazada sientes amor por aquello que llevas en el vientre, nunca lo has visto, te da malestares físicos (a veces muy terribles) y te sientes muy cansada. El amor de madre no surge en cuanto lo tienes en los brazos, no, el amor se construye, se convive, se vive todos los días, pero si estás con un hijo que no quieres simplemente lo rechazarás intencional o a veces sin darte cuenta.

Los niños no son bendiciones, tampoco angelitos, ni guerreros. Son seres que nacen en un entorno que les llenará de daño, de dolor, de abuso; serán denigrados, serán violados, serán abandonados, serán prostituidos, serán grabados en poses y actividades sexuales para satisfacer el morbo y la pedofilia de hombres y mujeres adultos.

Muchos de los hijos no deseados si sobreviven al abuso de sus entornos y salen de “sus casas”. Serán niños que no comprenderán por qué su padre o madre les hizo tanto daño, y es posible que repitan esos patrones de conducta, que se sumerjan en drogas y alcohol para sobrellevar su vida. Más de la mitad de los niños no deseados tienen un daño mental a veces irreversible, tan profundo que no hay manera de “cambiar” su chip.

De acuerdo con el Informe Nacional sobre la Violencia y Salud, publicado en 2016, de UNICEF MÉXICO, dos mexicanos menores de 14 años mueren cada día a consecuencia de la violencia en sus hogares. Sin embargo, hay niños que nunca fueron registrados o que están sepultados en los patios de sus casas, nadie supo que nacieron, nadie supo que murieron.

¿Por qué los niños son violentados? El mismo estudio indica que la pobreza es uno de los mayores factores de genera violencia, abuso sexual, drogodependencia y abandono. Bajo este entorno en diversos países del mundo una razón para abortar es la económica, porque un niño cuesta y mucho. No es solo lo económico, también es el tiempo que le dedicas, es la responsabilidad de estar con él hasta que pueda ser medianamente independiente.

En México, solo Michoacán y Yucatán tienen la causal económica para abortar, pero recuerda que en este país viven más de 50 millones de personas en pobreza, así que interrumpir el embarazo por falta de recursos económicos debería ser ley en todo el país, no solo por violación.

Aborté por falta de dinero.

Mi esposo es alcohólico, ya tengo con él tres hijas, cuando supe que estaba embarazada nuevamente, fui a abortar cuando tenía dos semanas de embarazo, nadie sabe lo que hice, mucho menos mi esposo que siempre me quita el dinero cuando está borracho y no puedo darle de comer a mis hijas porque todo se lo gasta. ¿Dejarlo? Lo he intentado pero me amenaza y golpea si acaso busco ayuda.

Lucy, 36 años, secretaria. Vive en la CDMX

Ya tengo 5 hijos

Me fui a poner el DIU a la clínica, pero él lo sintió un día que teníamos sexo y me molió a golpes, así que me lo tuve que quitar. Tengo cinco hijos, tres son de él y dos de mi anterior pareja que murió en un accidente. Cuando me embaracé otra vez, inventé que una de mis hermanas tenía una cita médica en la ciudad de México y aborté allí, mi hermana me apoyó. No tenemos el dinero para tener más hijos, pero él no lo entiende, parece que me quiere tener atada a la casa.

Paloma, 28 años, ama de casa. Vive en Cuernavaca

Tengo dos hijas, una es especial

Tengo una hija sana de 16 años y otra de 10 años que nació con síndrome Down, la primera va a una escuela privada y tiene todas las posibilidades académicas, la segunda está postrada en una cama en estado vegetal por un accidente en el vehículo (nos chocaron). Todo el dinero es para ambas hijas, tengo que pagar enfermeras, oxígeno, pañales para adulto, medicamentos y cuando me embaracé le dije a mi doctor que no podía tenerlo, así que él me dio algo tomado para abortar. Mi hija mayor es muy buena en la escuela y cada año se va a torneos internacionales, académicos y deportivos, no podría costearlos con otro hijo.

Karina, 47 años, asistente. Vive en la CDMX

Por Guadalupe Camacho, periodista y académica mexicana

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