anticonceptivo de largo plazo. Si bien la anticoncepción es un tema de corresponsabilidad, no podemos solo confiar en que los hombres se van a proteger, debe ser una protección mutua. Arturo, decían quienes lo conocieron hace 20 años, era un chavo muy guapo, que siempre tenía novias bonitas haciendo cola para estar con él. Arturo, aseguraba, que los niños no eran para él: “nunca de los nunca voy a tener un hijo, jamás embarazaré a mi chava, por muy enamorado que esté”, decía hasta el cansancio, ya sea pedo o sobrio, pero lo decía a la menor provocación. Hasta que hace más de un año me confesó: “voy a ser papá, pero no le digas a nadie”. Yo: “¿sabes carnal? ya todo el mundo sabe que vas a ser papá, porque no eres el único que va a tener un hijo, tu mujer también, y ya se le nota que está en estado de gestación, además, todos saben que ustedes andan”. ¡O sea! Y “¿por qué no quieres que sepan?”, le pregunté de morbosa. “Pues, ya ves que siempre dije que no iba a ser papá, entonces ¿qué van a decir de mi?” Mi respuesta fue de silencio total. ¿O qué responderían ante tremenda idiotez? Así que chicas no se confíen de los hombres que juran ante la Virgen de Guadalupe, ante la Cruz, ante tus papás y ante quien sea, que nunca de los nunca van a embarazarte, porque tarde o temprano se olvidan del condón, se creen infértiles o tocados por el Dios supremo de la buena suerte y creen que pueden “jugársela sin riesgo”. Arturo le pidió a su chava, meses atrás, que no tuviera a ese bebé. Pero ella, decidió que sí. “¡Pinche vieja OGT!”, dijo Arturo, y remató: “qué ganas de chingarme la vida, si yo bien que le dije que no quería ser papá”… “We, we, we te acuerdas que hace como 10 años te ofrecí una circuncisión gratuita y me mandaste a volar”, pues “si no querías tener un hijo hubieras aprendido a coger con condón, o hubieras llevado a tu chica al ginecólogo para que le pusieran un DIU. Aquí el OGT eres tú”, dije muy, muy molesta. Ahora, Arturo es papá de un varón que vive con su mamá, quien es una gran mujer, exitosa en su carrera, tiene una linda casa donde su pequeño crece de forma espectacular. El tema es que la mujer no se embaraza por entrar a nadar al mar, bañarse en una tina con agua caliente, tampoco por ponerse unos calzones sucios; los espermatozoides son esenciales para chingar la vida no sólo a Arturo, o de otros hombres, sino también de miles de mujeres que no querían ser mamás. Con información de la periodista Guadalupe Camacho.[:]]]>