«La red católica de clínicas en contra del aborto» donde revelan todo lo que hacen estás «pseudo clínicas» para evitar que las mujeres aborten; haciendo uso de la violencia psicológica mostrándoles videos, y apelando a la religión. La libre elección de abortar está permitida sólo en una entidad mexicana, la Ciudad de México (a partir de 2007), donde existen clínicas legales para la interrupción del embarazo antes de la semana 12 de gestación. Aunque hay que reconocer que en este sector existen establecimientos de todo tipo, desde los profesionales, con todas las licencias en orden como Marie Stopes, hasta los “subterfugios” que no respetan la normatividad sanitaria vigente —con quienes luchan las autoridades—, existe otro tipo de clínicas, aquellas que ofrecen “apoyo a mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad”. Según se detalla en el trabajo periodístico “La red católica de clínicas en contra del abortopublicado en Excelsior, los establecimientos ligados al Centro de Ayuda para la Mujer Latinoamericana (CAM) forman parte de una red en el continente que busca “defender la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, de conformidad al Magisterio de la Iglesia Católica”. El escrito detalla que en febrero de 2014, un mes antes de que se aprobara la regulación del aborto en el país, 27 organizaciones de laicos católicos lanzaron el sitio Vida que da vida, el cual ofrece apoyo a embarazadas “en situación de vulnerabilidad” mediante el CAM y Mater Filius, a donde son enviadas las mujeres que desisten de su idea de abortar tras visitar sus clínicas. El proceso es aparentemente sencillo: la mujer embarazada que duda si continuar adelante o no con la gestación acude a la clínica de esta red, ahí es cuestionada sobre los cargos de conciencia que llevará el resto de su vida por el “asesinato” de su propio hijo, así que si desiste de abortar, puede acceder a un albergue, como en el caso de Mater Filius, donde permanece internada hasta el parto, con derecho a quedarse ahí durante ocho meses más si se hacen cargo de su hijos, de lo contrario es dada de baja. En general, el concepto de apoyo a las embarazadas “en situación de vulnerabilidad” suena positivo cuando se trata de mujeres que no por convicción, sino por complicada situación económica y social, se ven en la necesidad de pensar en la interrupción del embarazo; sin embargo, cabría preguntarse si la presión sobre las creencias religiosas a la que son sometidas estas mujeres calificaría como violencia psicológica y qué puede ocurrir con el desarrollo de hijos que no son deseados por sus madres. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada año se presentan a nivel global unos 87 millones de embarazos no deseados, muchos de los cuales suelen terminar en abortos. Este organismo internacional ha señalado que anualmente en promedio existen 56 millones de abortos provocados en todo el mundo, entre los que se incluyen los seguros y no seguros, los cuales se presentan en proporción de 35 por cada 1,000 embarazos en mujeres de 15 a 44 años e edad. Al respecto, señala que la tasa de abortos es superior en las regiones en desarrollo que en las desarrolladas, pero que la mayoría de los aproximadamente 22 millones de abortos peligrosos que  se practican en el mundo pertenecen a países en desarrollo, entre los que, hay que recordar, México califica.   Sea cual sea la opinión mayoritaria en estas sociedades, la realidad es que tanto el aborto como el embarazo no deseado son temas que deben tener abordaje sanitario, pues la mala interrupción de la gestación puede afectar gravemente la salud femenina, mientras que tener un hijo no deseado complica la situación social y económica de ambos individuos, sin olvidar que cuando los nacimientos ocurren en mujeres adolescentes se arriesga tanto la vida de la madre como la del bebé. Por ello, lo más conveniente es fomentar la cultura  de la sexualidad responsable para evitar este tipo de problemas, promover el uso de anticoncepción dual, es decir, usar un método anticonceptivo de largo plazo más el condón para evitar embarazos no deseados y el contagio de ITS. Si estás segura de tu decisión de interrumpir tu embarazo, en Marie Stopes te recomendamos acudir con nosotros, o bien, verificar que el centro a donde acudas tenga todos los permisos sanitarios como el de COFEPRIS, de esa manera garantizas que estarás acudiendo con profesionales. Con información de Salud Diario Excelsior y Vice]]>