Cambio de mirada Ambas entrevistadas coinciden en la necesidad de ver el aborto más que como un problema penal, como un problema de salud pública que debe ser resuelto. Gire asegura que desde 13 de agosto de 2014, la entonces diputada federal Martha Lucía Micher y otros legisladores, plantearon reformas a diversas disposiciones a la Ley General de Salud, en materia de salud reproductiva. Como lo plantea la iniciativa, ambas feministas sostienen que lo que falta en México es educación en salud reproductiva, acceso real y efectivo a métodos de anticoncepción, favorecer y promover la vasectomía, servicios de reproducción humana asistida, que permitan a las mujeres tomar decisiones libres. Peniche va más allá, ella propone una ley federal sobre la eyaculación espermática responsable y que los poderes, incluyendo la iglesia, dejen de tener el control sobre los cuerpos de las mujeres. Sin embargo, dice Peniche Quintal, a las mujeres nadie les informa nada, pese a que su vida corre peligro como sucede con aquellas que tienen preeclampsia al momento del parto o han tenido dos cesáreas y otras complicaciones, nadie les explica que no pueden volver a embarazarse. Una solución también es que los hombres acepten la vasectomía, que se promueva en las instituciones de salud, pero no se hace, “para los hombres el privilegio es embarazar a las mujeres, es dejar la marca con aquellas personas con las que se relacionan”. Y, por otro lado, existe un constante y permanente desaliento del sistema de salud para que las mujeres dejen de usar anticonceptivos, les dicen que deben dejar de usarlos para “desintoxicarse” de las hormonas…te puedes meter heroína o cocaína pero no hormonas. Carolina Ramírez quien se define como una activista pro derechos humanos de las mujeres, expone otro filón, se refiere a los obstáculos para permitir el aborto en caso de violación sexual y asegura que la violencia sexual en contra de niñas y adolescente se ha recrudecido en el país o acaso debido a las nuevas tecnologías de la información son hoy más visibles, lo que no deja en libertad de actuación a los protagonistas cercanos, como las maestras, que muchas veces son amenazadas. Recién atendieron en Xalapa, Veracruz, uno de varios casos de embarazo en una niña de 10 años. La reacción inmediata de la gente es cuestionar el embarazo y no rescatar los derechos humanos de la niña. Es decir, además de lo que seguramente fue una agresión sexual, las niñas deben ser sometidas a la calificación social, la aprobación de la interrupción legal del embarazo, afirma la también representante de Áureas A.C. Son situaciones abominables en donde lo que vemos es cómo se adelgazan los derechos de las niñas que ven interrumpidos todos sus otros derechos, además de que obligar a las niñas a que continúen un embarazo, está considerado como tortura de acuerdo con la NOM 046 y otras convenciones. En suma, tanto Peniche como Ramírez plantean que quien no tenga útero que no opine. El cuerpo de las mujeres tiene que ser devuelto a las mujeres, dice Carolina Ramírez, quien sostiene que la iglesia católica debe inmiscuirse en los asuntos que le competen, como la pederastia sacerdotal y la pornografía infantil, recientemente descubierta desde la catedral de Xalapa. En la Ciudad de México el aborto por voluntad propia es legal hasta las 12 semanas de gestación, no importa de qué parte del país o del mundo seas. En Marie Stopes puedes acudir por una Interrupción Legal del Embarazo. Con información de Mirador]]>