anticonceptivos para prevenir embarazos no planificados. Así podrás disfrutar sin preocupaciones.   1. Practica el «puedes mirar, pero no tocar». Ellos se excitan mucho por la vista, por lo que es aconsejable despertar su erotismo con algún gesto o pose sugerente que no sea demasiado directa ni evidente. «Tu primer movimiento le irá excitando y creando una expectativa sobre lo que puede venir a continuación. Para ello, te resultará útil usar el lenguaje corporal. Un striptease será la chispa que puede encender el canal sexual en su cerebro», comenta la sexóloga, que además recuerda la importancia de empezar lentamente para poco a poco ir aumentando la intensidad.   2. Toca dos zonas erógenas al mismo tiempo. Mientras le estimulas manualmente el pene, por ejemplo, puedes besarle los labios, las orejas, los pezones…   3. No dejes que busque el orgasmo inmediato. «Cuando sientas que su respiración y su ritmo cardíaco se aceleran y los músculos de la zona pélvica se contraen, coloca el pulgar en el glande y el resto de la mano en la base del pene. Aprieta delicadamente durante un par de segundos, suelta y, diez segundos más tarde, vuelve a repetir la acción sobre su pene», detalla la sexóloga. ¿Por qué le resulta tan excitante? Tal como explica Silvia Sanz, cuando un hombre está a punto de llegar al clímax, la sangre se acumula en la zona pélvica, sobre todo en el pene, y la tensión sexual de su cuerpo está en el punto álgido. Así, un pequeño estímulo como éste consigue retener el flujo sanguíneo durante un instante, de modo que se logra frenar el orgasmo y la tensión en la zona sigue in crescendo.   4. Cambia de postura o de maniobra erótica.  Según indican algunos estudios científicos, la variedad en los movimientos y las caricias aumenta la actividad en las zonas del cerebro relacionadas con la excitación sexual. Por eso la experta asegura que estimular a la pareja y hacerle algo diferente cuando esté a punto de estallar de placer provocará que cada vez esté más excitado, física y mentalmente. Podrás ralentizar la penetración y contribuir a que él tarde un poco más en llegar al orgasmo. Te resultará útil jugar con los tiempos y los ritmos. Si contraes los músculos vaginales y presionas con ellos la punta de su miembro, él sentirá una especie de suave masaje en la zona que le excitará aún más.   5. Descubre el Punto P (o punto G) masculino. La idea es acariciar otras zonas del cuerpo del hombre distintas al pene que también son erógenas. El punto G de los hombres se encuentra en el interior del recto, a unos cinco centímetros del ano y en la pared que da hacia el frente, hacia la vejiga. Puede accederse a la próstata a través del ano, introduciendo un dedo. Traspasado el esfínter anal, se llega al recto. A unos cuatro o cinco centímetros de profundidad, en su pared anterior (la que mira al pene) se encuentra un abultamiento como de un centímetro de espesor: es la próstata, su Punto G. Es posible también estimular el punto G masculino externamente presionando o masajeando la zona que va desde el ano hasta los testículos. Es una zona sensible y erógena, según comenta la experta de Psytel, pues en ella encontramos numerosas terminaciones nerviosas. Hay que tener en cuenta que masajear directamente esta glándula puede producir orgasmos explosivos. La glándula puede ser alcanzada insertando un dedo lubricado en el ano o usando juguetes sexuales. A algunos hombres les gusta que estimulen su próstata una vez que tienen una erección completa, mientras que otros sienten que la estimulación prostática incrementa su erección y los conduce a un orgasmo intenso. «Existen casos en los que el hombre ni siquiera necesitan estimulación en su pene, porque el placer que viene del masaje prostático es suficiente para producirle un orgasmo», comenta Silvia Sanz.   6. Un extra para potenciar los efectos. Dale un suave y pausado masaje hasta que lo hagas llegar al orgasmo, que será mucho más intenso que uno normal. También puedes probar sexo oral, mientras le acaricias su punto P, externa o internamente. Tócale los testículos, acaríciale los testículos y, con mucha delicadeza, cógelos y da un pequeño tirón hacia abajo. Otra opción es usar juguetes eróticos, como los anillos que se colocan en la base del pene en erección y ayudan a mantenerla durante más tiempo. Con un lubricante puedes potenciar también las sensaciones. Algunos ofrecen un ‘efecto calor’ o ‘efecto frío’ con el que puedes jugar si quieres retrasar o acelerar el placer. También puedes utilizar aceites con distintos olores, sabores, temperaturas y texturas.   Con información de Mujer Hoy.]]>